Radiofrecuencia / Thermage
El paso del tiempo suele provocar un cierto descolgamiento de la piel, sobre todo en el área de las mejillas y del cuello. Actualmente existen diversas técnicas para poder solucionarlo. Una de las más eficaces y que además no conlleva una intervención quirúrgica es la radiofrecuencia.
El tratamiento de radiofrecuencia produce un calentamiento de las capas más profundas de la piel. El calor generado inmediatamente consigue un estiramiento del tejido cutáneo, permitiendo así reducir los signos de flacidez y dejar una piel tersa. Además, la energía de la radiofrecuencia actúa sobre el colágeno y estimula su síntesis, por lo que sus efectos se prolongan en el tiempo.
Esta técnica también puede utilizarse en otras zonas que, por el paso del tiempo o por el estiramiento de la piel, presentan flacidez, como en la zona del abdomen o cara interna de brazos.
TRATAMIENTO DE RADIOFRECUENCIA THERMAGE
El equipo utilizado de radiofrecuencia es el Thermage que protege su piel y hace el tratamiento más cómodo mediante un sistema de enfriamiento que protege las capas más superficiales,mientras la energía de la radiofrecuencia calienta el colágeno de las capas más internas.
Durante el tratamiento los pacientes pueden experimentar una intensa pero breve sensación de calor que se aguanta muy bien gracias al sistema de enfriamiento que protege la superficie de la piel.
RESULTADOS
El calentamiento producido por la energía de la radiofrecuencia hace que las estructuras más profundas de la piel se tensen inmediatamente, consiguiendo un efecto flash.
Los resultados se ven de manera progresiva, se aprecian entre los 2 y 6 meses después de una sola sesión y perduran en el tiempo debido a la producción de colágeno nuevo.
Sin embargo, muchos pacientes afirman que empiezan a observar los resultados antes.
Con el tratamiento se consigue una mejora de la flacidez y tersura facial, pero de una forma progresiva, sin que nadie note un cambio de imagen inmediato. La radiofrecuencia provoca un estiramiento de la estructura del colágeno, que continúa tensándose a lo largo del tiempo. Los resultados perduran en el tiempo y son dependientes del proceso natural de envejecimiento de cada paciente.